Por los pastores de la Iglesia
«Por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados» (Jn 17, 19).
Cada pequeña hermana es llamada a la constante entrega de su vida y oración por la santificación de los Pastores de la Iglesia, especialmente por nuestros hermanos de Betania.
Además de nuestras habituales horas de oración, cada jueves celebramos una hora de adoración eucarística por la santificación de los sacerdotes y el aumento-perseverancia de las vocaciones.
La acogida de los sacerdotes en la Casa Betania es siempre una alegría y una prioridad, pues es a Jesús mismo a quien acogemos. Agradecemos al Señor cuando su Providencia nos da el don de poderles ayudar en pequeños servicios de caridad.