Oh Dios, Padre lleno de misericordia,
Tú te has dignado colmar de bienes
a los pobres y pequeños.
Confiados en tu gran bondad
para con nuestra Pequeña Familia de Betania,
acudimos a Ti, suplicando derrames
tu amor misericordioso en estos pequeños hijos tuyos,
que llevados siempre de tu mano amorosa
desean con un solo corazón y una sola alma
vivir en obsequio de Jesucristo, nuestro único amor.
Concédenos
poder vivir en el camino de la infancia espiritual
que Jesús, María, José y todos nuestros santos patronos
han vivido para alabanza de tu gloria.
En este pequeño jubileo
bendícenos con nuevos hermanos y hermanas
para que, con María, juntos amemos a Jesús
y le hagamos amar por una legión de almas pequeñas
en el Corazón de la Iglesia.
Que el Espíritu de Amor abrase nuestros corazones
en caridad exquisita, sencillez, abandono total y alegría.
María, pequeña Virgen de Orito,
guárdanos en tu Corazón Inmaculado.
Amén.